Una colección es un conjunto de cosas de la misma clase, que han sido reunidas por gusto, curiosidad o especulación. Para crear esta pieza se intervino el librero de un coleccionista de arte. Los libros se forraron con papel blanco para ocultar su identidad y particularidades; así, el librero y su contenido fueron convertidos en un objeto formal. Iconográficamente, el librero se convierte en aquello que confiere autoridad al coleccionista para reunir sus curiosidades ( Coleccionista I – 2010). Durante el proceso de la intervención, algunas de las imágenes de los libros pertenecientes al librero fueron seleccionadas y fotocopiadas.
Un año después, el papel que cubría los libros fue retirado. Se formaron entonces, dos libros-memoria del acervo del coleccionista: el primero, –que funge como “la memoria” de la persona que colecciona– contiene una serie de imágenes fragmentadas de los libros resguardados en el librero. El proceso para crear el volumen tiene como referente la técnica “cut up” de William Burroughs. En este caso, distintas imágenes fueron recortadas a partir de las fotocopias, en una búsqueda aleatoria por generar nuevos gráficos, que a su vez simularan el funcionamiento de “la memoria”.
El segundo libro fue hecho con el papel que envolvió los libros durante un año. El polvo y las trazas de la luz solar generan una impronta del tiempo que representan la memoria de la instalación realizada al librero.
Unos años después, el coleccionista y su familia se mudó dejando el librero atrás. Pedí permiso para fotografiar “la memoria” de los libros sobre el librero: a partir de ese momento, se construiría una memoria diferente (Coleccionista II – 2013).
Coleccionista
MARIANNA DELLEKAMP



