En 2012, fui invitada a intervenir en el archivo del MUCA Roma, en el marco de la exposición Colección, El crimen fundacional.  

I) CENTRO DE DOCUMENTACIÓN (MUCA)

El centro de documentación del museo MUCA Roma se creó con el fin de preservar la memoria de un espacio cultural fundamental para una generación de artistas mexicanos. Esta pieza da testimonio del destino de este recinto, que quedó sumergido en la burocracia reinante, síntoma de la política cultural de nuestro país.

II) MUSEO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS Y ARTE (MUCA)

El Museo Universitario de Ciencias y Arte es una institución que carece de una colección de objetos artísticos o científicos que conservar, estudiar y exponer, como establece la definición de la palabra «museo». Esta pieza se realizó en colaboración con José Raúl Pérez. Nos planteamos analizar la situación actual del «Museo», que se hace llamar algo que no es. La acción culminó con la asignación de una denominación adecuada para un recinto de estas características.

III) MUCA

Durante la investigación para llevar a cabo el proyecto, inventarié visualmente el contenido de la bodega del museo. Un poco después, creé una obra para el museo con los mismos objetos que ocupaban la bodega donde, en teoría, se debería haber almacenado la colección para garantizar su conservación y promoción. Así nace esta primera obra, que permite que el Museo Universitario de Ciencias y Arte conserve su denominación.

Un museo sin memoria

            “Soy un coleccionista de instantes”
Opiniones de un payaso. Heinrich Böll

“su singularidad absoluta […] es algo que tiene como campo el ser poseído por mí; lo cual me permite reconocerme en él como ser absolutamente singular. Tautología majestuosa, pero que constituye toda la densidad de la relación con los objetos, su risible facilidad, su gratificación ilusoria, pero intensa”.

El sistema de los objetos. Jean Baudrillard

Acumulamos. Simplemente guardamos cosas sin usarlas nuevamente, con la esperanza de poder algún día reconstruir la ruta que nos vinculó a ellas. Tarjetas postales de un viaje adolescente, cartas de amor, figurillas prehispánicas, fotos o  suvenirs, incluso aquella servilleta donde nos anotaron un teléfono que cambió nuestra vida, atesoramos estos objetos creyendo que cada uno puede mantener el reflejo del instante que le dio sentido, retardar su olvido, contener el tiempo o salvaguardar el secreto que le dio origen. Acumulamos. Cuando guardamos cosas insinuamos recorridos futuros o retrospectivos por reinos sustitutos: mariposas, ranas de porcelana, obras de arte, libros, documentos. Con ello figuramos cartografías mentales que llamamos colecciones. 

JOSÉ PAREDES PACHO Leer más